Aunque nos puedan parecer iguales, hay ciertas diferencias entre los trajes de etiqueta. Y hoy os voy a hablar un poco sobre el frac, el esmoquin y el chaqué.
Muchos hombres creen que son tres palabras diferentes para definir un mismo estilo de traje de etiqueta, pero no es así y os lo voy a demostrar.
Diferencias entre trajes de etiqueta
Cuando un hombre se pone un esmoquin, está apostando más por un traje de fiesta que no de ceremonia. Normalmente, el uso del esmoquin siempre está destinado a la tarde y la noche. Su color suele ser negro, aunque en las últimas temporadas hemos podido ver otros colores, más sutiles, sobre todo ideados para las épocas de más calor.
El esmoquin siempre deberá ir acompañado de un pantalón en la misma tonalidad, y a juego, suele llevar una cinta de tela brillante en los laterales de este. La camisa normalmente es de color blanco y tiene el cuello especialmente diseñado para lucir pajarita.
En este tipo de trajes uno de los grandes protagonistas es el fajín, que siempre deberá ir a juego con la pajarita. No siempre se debe llevar, por ejemplo, en el caso de que la chaqueta sea cruzada, no es necesario ponerse el fajín.
El chaqué es un traje de etiqueta exclusivamente reservado para usarlo por las mañanas y a primeras horas de la tarde. Lo que caracteriza este traje es la chaqueta, en forma de levita, pero que tiene unos faldones en la parte trasera de forma redondeada.
La clásica chaqueta de chaqué es una de las partes del conjunto que menos licencias te permitirá. El corte es muy parecido al de una americana, pero solo lleva un botón, que está situado a la altura del ombligo.
A diferencia del esmoquin, este traje debe ir acompañado siempre de chaleco, que puede ser cruzado o recto y de tres o más botones. Normalmente, la opción más clásica y menos arriesgada es que sea de color negro, del mismo color que la chaqueta, pero si eres atrevido, su color dependerá de si es un evento más o menos serio y de los gustos personales de cada uno. Siempre deberá ir acompañado de una corbata y son imprescindibles unos guantes de piel fina.
El frac está reservado para lucirlo por la noche y en ocasiones muy especiales en las que el protocolo lo exija, como puede ser una recepción oficial. Podemos decir que es el traje de máxima etiqueta para los hombres.
Solamente el traje nacional tiene la misma consideración que el frac en un acto nocturno y en la invitación debe especificarse alguna frase similar a “frac o traje nacional”, dependiendo de las normas de protocolo.
Excepcionalmente, se puede lucir de día en actos académicos y judiciales o recepciones diplomáticas, pero es lo menos frecuente.
El frac se caracteriza por tener la chaqueta más corta por delante que por detrás, y al igual que el chaqué, lleva unos faldones, pero esta vez terminados en pico. Las solapas deben ser de seda, y la botonadura puede ser simple o cruzada, y siempre se vestirá abierta.
El frac nos permite, en el caso de tenerlas, exhibir condecoraciones y medallas.
Los pantalones suelen ser clásicos del mismo color y tejido que la chaqueta y en los laterales suele llevar unas cintas de seda negra o galones, dependiendo del protocolo.
Normalmente, el frac suele ir acompañado de un chaleco de color blanco y de una pajarita en el mismo color, aunque estas también pueden ser negras. Como dato curioso de protocolo, en el Vaticano se requiere el uso de un chaleco negro.El calzado adecuado en este caso son unos zapatos de charol de color negro.