El gran Steve McQueen era un gran fan de la Chaqueta Harrington. Y es que una vez que te pruebas tu primera Chaqueta Harrington, esta ya ha ganado un nuevo adepto. Todo se debe a sus detalles muy cuidados, su simplicidad, su versatilidad, y porque queda genial puesta…
Las chaquetas Harrington son un básico de toda la vida, y las últimas versiones lucen tan frescas como los primeros modelos de hace más de ochenta años.
¿Qué es una Chaqueta Harrington?
Una prenda tan fácil de usar como lo era hace muchos años, se trata de una prenda liviana, que se adapta a una gran variedad de tipos de cuerpo y a infinidad de estilos. Además puede que sea la última prenda de abrigo entre estaciones, una de las pocas chaquetas que siempre quedan bien durante todo el año.
El modelo Harrington es una chaqueta amplia, corta, con mangas raglán, y que tiene un par de bolsillos inclinados, puños de punto, cierre de cremallera con doble botón y cuello con lengüeta en forma de embudo.
En los años 50 las popularizó James Dean en su película «Rebelde sin Causa«, en un tono rojo brillante. Pero también es el mismo estilo de chaqueta que usaban los skinheads originales, una tribu urbana amante del estilo ska, de la que ya solo queda de sus inicios solo su nombre.
El actor la lucía con el cuello levantado y abrochada justo en la cintura. Mostrando la simplicidad de una prenda que aún hoy está llena de detalles útiles: es liviana, impermeable, cómoda y se puede usar con un look elegante o informal.
Se dice que la Chaqueta Harrington tiene orígenes británicos, a pesar de que lleva el apellido de un personaje estadounidense: Rodney Harrington, interpretado por Ryan O’Neal en el drama televisivo de la década de 1960 Peyton Place.
Pero lo cierto es que su estilo se exportó por primera vez en 1950 a Estados Unidos, donde los diseñadores produjeron rápidamente versiones más locales. Elvis Presley usó una chaqueta Harrington en King Creole (1958) y en la portada de la portada de ‘A Little Less Conversation’ de 1968; Frank Sinatra usó uno en Asalto a una reina (1966) y muchas otras películas.
Pero, no fue ni más ni menos que Steve McQueen quien pueso a esta chaqueta entre las tendencias del momento en todo el mundo, cuando apareció en la portada de Life subido en una moto.
Las mejores marcas Harrington
1 . BARACUTA
Esta es la marca original, por lo que es difícil de superar. Una chaqueta Baracuta Harrington es de un color simple y atemporal, como tono piedra o azul marino. De esta manera, permite que los muchos detalles de diseño de la chaqueta destaquen y también significa que el contraste con el forro de cuadros es más pronunciado, dando un toque de color efectivo cuando se usa abierta.
2 . FRED PERRY
Confeccionadas en Inglaterra, las chaquetas Harrington de Fred Perry son clásicas y atemporales. La mezcla de algodón y poliéster hace que esta chaqueta sea impermeable, ligera y duradera. Se trata de una compra que puede durar toda la vida.
3 . SCHOTT
Opta por una chaqueta de ante como la de Schott NYC en marrón oscuro u oliva y te encontrarás con una chaqueta sorprendentemente versátil que querrás usar durante todo el año. Aunque ciertamente no es impermeable como los estilos de chaqueta Harrington más tradicionales, el ante le da a la chaqueta un cierto toque elegante.
Cómo usar una Chaqueta Harrington
Lo bueno que tiene esta chaqueta es que puede ser usada por cualquier hombre. Se trata de una prenda de vestir básica. Queda igual de bien sobre una camiseta que sobre una camisa. Es muy fácil de usar, lo que lo hace ideal para viajar.
1 . ESTILO PREPPY
Sin ser tan deportiva como una chaqueta universitaria, la puedes combinar con una camisa Oxford, con un polo, pantalones caqui y mocasines.
2 . DECLARACIÓN DE INTENCIONES
La Harrington es una de esas prendas que, mientras que los clásicos vienen en colores sólidos, luce igual de bien con un patrón atrevido. Prueba a lucirla a cuadros, geometrías, incluso florales y camuflaje. Solo recuerde optar por otras prendas con conceptos básicos neutrales para que sea el centro del escenario.
3 . CHAQUETA DE NEGOCIOS
No es una chaqueta que funcione sobre un traje, o con elegantes zapatos de vestir, pero queda muy bien sobre una combinación casual de negocios de camisa y corbata, con pantalones elegantes. Si la naturaleza de tu trabajo lo permite, los tonos más sobrios son una opción más segura.
