Si has comenzado tus vacaciones de verano, seguro que tu alimentación se está viendo seriamente afectada por los malos hábitos para una dieta sana que solemos coger en los días de calor.
Seguro que comes mucho más de tapeo, el ejercicio es nulo, y la balanza sigue subiendo sin parar, cosa lógica, permanece inmutable, ajena a tus muchos esfuerzos por no caer en la tentación. Pero aunque poco puedas hacer para no subir de peso, no te preocupes, con solo cambiar algunos malos hábitos, seguro que vuelves al peso ideal que tanto te costó alcanzar antes de comenzar las vacaciones.
Corregir los malos hábitos para una dieta sana
Cuando estamos siguiendo una dieta, la mayoría de las personas nos enfocamos en lo que estamos comiendo o vamos a comer, pero no le damos ninguna importancia a lo que bebemos.
Pues si este es tu caso, estás cometiendo un grave error, uno de los malos hábitos para una dieta sana que has tomado durante el verano es beber más refrescos y bebidas alcohólicas de la cuenta, que lo que están haciendo es ensanchar tu barriga y engrosar tus piernas.
Las bebidas carbonatadas están elaboradas a base de azúcares y mucho químico artificial que perjudican seriamente tu organismo. Así que ya me puedes ir haciendo caso y elimina los refrescos de tu dieta diaria, porque estarás eliminando una auténtica bomba de toxinas de tu organismo. Verás como de golpe te sientes menos hinchado y con más energía.
Cambia los refrescos por agua, que te ayudará a hidratarte bien. Si no consumes la suficiente agua durante el día, podrás llegar a sentir dolor de cabeza, disminución de la tensión sanguínea, e incluso puedes llegar a desmayarte en el momento menos esperado. Debes beber agua para evitar la deshidratación.
Otro mal hábito que tomamos durante el verano es dormir más bien poco. Las fiestas nocturnas te tienen ojeroso, pero no solo eso, sino que la falta de sueño aumenta los niveles de cortisol, algo que puede llevar al traste todos tus intentos por adelgazar.
Por lo tanto, tanto si tienes problemas de insomnio como si no duermes porque estás de fiesta, sigue alguna estrategia, como por ejemplo dejar pasar al menos tres horas entre la cena y al momento de acostarte, no consumir bebidas con cafeína, etc., etc. Debes descansar entre siete y nueve horas para evitar que tu metabolismo se vuelva más lento.
Como te he comentado antes, la mala costumbre de saltarnos las comidas y de andar picoteando o tapeando a diestro y siniestro, contribuyen a que tu metabolismo no funcione a pleno rendimiento… Por otra parte, el hecho de saltarte las comidas, de no desayunar porque te has levantado tarde, etc., lo que hace es que en el resto de las comidas que vayas a realizar, te pases porque incluso has llegado, sin darte cuenta, a generar ansiedad.
Si durante el verano tus hábitos de comidas comienzan a dispararse, echa el freno, ingiere los máximos alimentos saludables que puedas, nunca te saltes ninguna comida, de esta manera tu metabolismo funcionará a muy buen ritmo y podrás quemar con más facilidad las calorías que comienzan a sobrar en tu dieta.
Y mucho cuidado con comer delante de la tele. El efecto pantalla se estudió en un experimento de la Universidad de Cornell. Por cada hora al día que una persona pasa delante de la televisión, su riesgo de ser obeso aumenta un 12%. Una vez que se empieza a comer mirando la tele, se suele prestar más atención a lo que se ve que a la comida, se mastica, pero no se saborea y se ignoran las señales de saciedad que el cerebro está enviándonos.
Así que si este verano quieres mantener tu línea antes de volver al gimnasio, recuerda alejarte lo máximo posible de las pantallas, aunque sé que cuesta mucho.