Si eres un asiduo del gimnasio, seguro que en más de una ocasión has visto o has utilizado cinturones de entrenamiento, sobretodo en la zona de peso libre.
Este tipo de utensilios tiene sus defensores y sus detractores, porque si hace unos años, los cinturones de entrenamiento eran prácticamente obligatorios y cada cliente de los gimnasios disponía del suyo, con el paso del tiempo, se ha ido investigando y se han ido desechando, excepto en deportistas con lesiones, para facilitar su regreso a los entrenamientos.
Cuando utilizar cinturones de entrenamiento
Los cinturones de entrenamiento llevan años sin ser usados por personas sanas, porque los estudios científicos han demostrado que no son tan recomendables como en un principio se suponía.
En la actualidad, el uso de cinturones de entrenamiento ha demostrado lo siguiente:
1- En personas que nunca han tenido lesiones en la espalda, en concreto en las lumbares, este tipo de instrumentos no tiene ningún efecto protector cuando se entrena o en el momento de mover grandes pesos.
2- Las personas que se han lesionado portando un cinturón de entrenamiento tienen lesiones bastante más serias y cuestan más de tratar que aquellas que no los usan.
3- En ejercicios de alto rendimiento, estos instrumentos no protegen de lesiones. Teniendo en cuenta que a más peso hay más riesgo de lesiones, se puede decir que el uso de cinturones de entrenamiento solo está justificado en la alta competición donde las posibilidades de éxito dependen de la marca…
4- Los cinturones de entrenamiento elevan la presión intraabdominal y la compresión vertebral. También aumentan la tensión arterial, así que los hipertensos no debéis usarlos en ningún caso.
En el año 1994 ya se indicó en el informe del NIOSH (National Institute for Occupational Safety and Health) que el uso de este tipo de cinturones de entrenamiento en el lugar de trabajo no disminuía el riesgo de lesiones en personas que no se hubieran lesionado antes.
Con el paso de los años, también se ha observado que las personas que usan el cinturón durante un tiempo, corren mayor riesgo de lesión cuando dejan de hacerlo durante un determinado periodo. Pero se ha observado que esto no es debido a una pérdida de capacidad por parte de los músculos abdominales sino por otras causas.
Así que teniendo en cuenta todos los estudios realizados, y en caso de que si compites y no se permite el uso de cinturones de entrenamiento, no parece muy inteligente usarlos durante tu entrenamiento.
Como conclusión final y después de leer bastantes estudios previos, puedo llegar a la conclusión de que solo se deberían usar los cinturones de entrenamiento en el caso de que previamente haya una lesión en la espalda. Pero en el caso contrario solo pueden ayudarnos a mover un poco más de peso, pero también existe un mayor riesgo de lesiones. Pero si aún así eres adepto de este tipo de instrumentos, recuerda ir con mucho cuidado en el momento de que dejes de usarlos.
Cuando se usan cinturones de entrenamiento en todo momento, el problema que tenemos es que, para algunos ejercicios, se elimina la intervención del core, y no van a tomar parte los músculos abdominales ni el cinturón lumbar natural que se usa durante el ejercicio. Es recomendable usar el cinturón en ejercicios que requieren de ciertas posiciones de equilibrio de la zona lumbar para mover grandes pesos, pero no cuando se apoye esta parte del cuerpo en un banco, por ejemplo, porque se crearía una dependencia e se impide que el core se fortalezca.