Iker Casillas ha decidido finalmente dejar el equipo que tantas alegrías y tristezas le ha dado, eso sí, no se marcha muy lejos, concretamente su elección ha sido el FC Oporto en Portugal.
Ante esta decisión ha habido reacciones de todo tipo, pero lo cierto es que ha habido cierto sobresalto cuando se ha conocido que Iker Casillas al final se marcha del Real Madrid.
Iker Casillas al final ha accedido
Por lo pronto esta negociación ha sido de lo más civilizada, por lo menos en apariencia, y no ha aparecido ni una mala palabra ni por parte del portero ni del presidente del equipo blanco. Por lo visto, «culpa» de su decisión ha sido la llegada de Benítez…
De este modo Iker Casillas se despide de su equipo de toda la vida, el que le vio nacer como jugador de fútbol y al que le dio sus mejores momentos, después de, eso sí, una más que tensa negociación. El ha dicho claramente que no quiere ser un problema, se marcha igual que Varoufakis, llevando con mucho orgullo y dignidad el desprecio de quienes años atrás le vitoreaban.
El portero del Real Madrid dice definitivamente adiós a una portería que ha sido suya durante la friolera de 16 años, pero va a pasar mucho tiempo hasta que se borren todos sus éxitos, cuando se lanzaba desde cualquier punto de la portería a por un balón… Estoy convencido de que a su sustituto, por lo menos durante un tiempo, le va a pesar mucho tanto el dorsal como el petate de este gran «soldado» del césped, un gigante al que nadie le va a poder negar que ha sido el mejor durante mucho tiempo y que se tiene que ir por la puerta más grande del fútbol madrileño.
Yo no entiendo demasiado de fútbol, para que nos vamos a engañar, pero dicen los expertos que Iker Casillas ha acertado de pleno con su decisión y con el destino al que va. En el Oporto le está esperando Julen Lopetegui, el que va a ser su entrenador que también casualidades del destino, jugó en el Real Madrid, aunque su trayectoria en fue bastante opaca.
Así que en su nuevo destino, por lo menos el portero ya sabe que va a contar con toda la confianza de su nuevo míster, que ha luchado porque estuviera en su equipo, en el Oporto va a contar con todo el derecho del mundo de ser un grande de nuevo, aunque seguramente que un halo de nostalgia le invadirá cuando se encuentre ante una portería nueva para él.
Es en el Oporto donde va a romper los topes salariales, aunque acarreará el título non grato de «jugador franquicia». Pero lo bueno que tiene todo esto es que la liga portuguesa no es nada exigente, cosa que le va a servir para lograr afianzarse a este nuevo destino. La pregunta clave es ¿le tocará jugar la Champions frente a su antiguo equipo?, pues en este caso debería ganar para que, por lo menos, al fin salga del Bernabeu con una más que merecida ovación porque ni la afición ni los altos cargos se han portado nada bien con Casillas.
Y en cuanto al aspecto familiar, su pareja, la periodista deportiva Sara Carbonero, podrá seguir ejerciendo su profesión en la cadena Telecinco porque tan solo tendrán de distancia unos 45 minutos…
Así que desde Hombre y Estilo le deseo todo tipo de alegrías en su nuevo destino al que ha sido y es el mejor portero de todos los tiempos…