La moda de lucir dientes, como diría la Pantoja, bien blancos es toda una tendencia, el blanqueamiento dental está tan en auge que se ha llegado a convertir en casi una obsesión.
Todos queremos lucir unos dientes bien blancos, sin pararnos a pensar en las consecuencias que eso puede acarrear a largo plazo, y es que vivimos en una sociedad en la que la juventud y la belleza es lo más importante, claro está, ambas cosas se asocian a tener unos dientes perfectos…
No todos nacemos con unos dientes blanquísimos y brillantes, muchos productos son responsables, como pueden ser medicamentos, bebidas con cafeína o teína, un estilo de vida poco saludable en el que incluimos el tabaco y claro, poco a poco, se nos van poniendo los dientes cada vez más amarillos.
El blanqueamiento dental es un proceso mediante el cual se eliminan las manchas en los dientes con un ingrediente blanqueador. Este ingrediente blanquea los dientes al penetrar en ellos y rompe las manchas.
En la actualidad hay un sinfín de productos en el mercado que nos prometen el oro y el moro en cuestión de blanquear nuestros dientes, se adaptan a todo tipo de presupuestos, pero os aseguro que la mayoría de ellos no producen grandes resultados y pueden llegar a sensibilizar nuestra dentadura.
Si tuviera que recomendar algún tipo de blanqueamiento dental, este sería el que realiza un profesional en su clínica, porque nos ofrece una solución adecuada al tipo de dentadura, y además nos dirá si hay que hacer retoques para mantener los dientes blancos y cada cuanto tiempo se deben hacer, además de que nos enseñará cómo actuar para que estos no se vuelvan a manchar de nuevo.
Puede ser que te preguntes cada cuanto tiempo debes blanquear tus dientes, pero esto depende de diversos factores, como por ejemplo la cantidad de manchas que tenías o hasta que tono has blanqueado la dentadura, la fuerza del producto que se haya usado, el estilo de vida que lleves y un largo etcétera que sólo te podrá explicar un buen dentista.
Si tu dentadura está muy mal, es decir muy amarillenta, vas a necesitar blanquear tus dietas con cierta asiduidad para llegar y mantener el nivel de blanco que deseas, pero si lo que te sucede es que tu problema es que los dientes casi no tienen problemas, y lo que buscas es darle un poco más de notalidad, con una vez al mes que acudas a tu dentista es más que suficiente.
Debes tener en cuenta que cuanto mayor sea el porcentaje de blanqueador que te apliquen, mejor será el proceso de blanqueamiento y mucho mejores resultados. Pero cuidado, por eso no me gusta probar cosas que no me recomiende un profesional, al blanquearte los dientes tú mismo, puedes usar una sustancia muy potente, que sí, acelererará el proceso de blanqueado, pero a costa de que tus encías se irriten o de que tus dientes se queden con mucha sensibilidad. Es por eso que lo ideal es realizar un mantenimiento con una frecuencia baja.
Después de que te hayas blanqueado los dientes, deberás llevar una rutina especial, como por ejemplo, no abusar del café o el té, evitar el tabaco, y todo lo que pueda manchar tus dientes de nuevo.
Algo que te puede avisar de cuando volver a pasar por el dentista, es el grado de recaída del color, es decir, si pasados un par de meses te has dado cuenta de que tus dientes vuelven a su color original, entonces lo ideal es que realices un mantenimiento una vez al mes después de la primera vez.
[…] fuera un dentífrico. Si tu problema es que tienes los dientes amarillos y no te puedes permitir un tratamiento blanqueante, prueba a usar cada cuatro días en el cepillo de dientes, un poco de polvo de anís y una vez por […]