Otra prenda que no puede faltar en tu armario invernal es un suéter de cashmere o de lana fina, mucho mejor si el escote es de pico o en «V». Este tipo de jerséis se combina fácilmente con una camiseta blanca de cuello redondo, o con una camisa de algodón estampada o lisa.
Además se puede usar debajo de la chaqueta para ir más abrigado. No compres este tipo de jerséis demasiado ajustados, para que debajo puedas ponerte otras prendas.
Un tipo de pantalones ideal para este tipo son unos grises de lana, son muy versátiles y son estupendos para lucir en eventos semi-formales y en climas que sean templados o incluso fríos. Puedes optar por los tonos que vayan de gris medio a gris oscuro, pero nunca claros, porque soportan menos las manchas. Lo ideal es que sean sin pinzas, que no tengan rayas y nada de lana gruesa.
No puede faltar un buen abrigo, siempre dependiendo del clima, claro está. Escógelo en un color oscuro, que sea tipo 3/4. El Pea Coat, o doble botonadura, es mejor para los climas más fríos. Si el lugar en el que vives es muy lluvioso, lo mejor es que optes por una gabardina impermeable, es decir una «Trench Coat».
Si hace unos años las bufandas eran todo un must, ahora lo que se lleva es el fular, esa especie de medio camino entre pañuelo largo y bufanda, es estupendo porque, a parte de protegerte del frío le va a dar un toque de estilo a tus outfits. Apuesta por uno de lana o cashmere.