O por lo menos eso se ha descubierto en la Universidad de Berkley, en California, EEUU, que fue publicada por la revista especializada Journal of Neuroscience, resulta que el olor del sudor masculino influye en las hormonas del sexo opuesto…
Pero eso no quiere decir que ahora no pases por la ducha, es un poco de «aroma» no echarles el «perfume» completo al levantar las axilas…
Como te digo, vamos que no es cuestión de que llegues a casa después de echar un partido de fútbol, o de hacer running o del gimnasio y no te des una duchita… Y, por supuesto, tu higiene diaria tampoco debe faltar, no olvides usar desodorante y tu fragancia favorita. La revelación de que las mujeres se sienten estimuladas por el olor del sudor masculino no nos da vía libre a aromatizar a todo el mundo y mucho menos a que se nos vea dejados y sucios, el tema es mucho más profundo…
Como os he avanzado, existe una investigación realizada por la Universidad de Berkley, en California, EEUU, que se ha publicado en la revista especializada Journal of Neuroscience, parece ser que las personas segregamos un olor que influye directamente en las hormonas del sexo opuesto, explican los científicos.
Según este curioso estudio, cuando las mujeres huelen un producto químico basado en el sudor masculino, estas experimentan un aumento de los niveles de una hormona muy importante, y además aumenta el estímulo sexual, la frecuencia cardíaca y otras causas más.
Este trabajo se ha centrado en la androstenediona, que se considera como la señal química que transmite el hombre; unas investigaciones previas establecieron que este químico afectaba al humor de las mujeres, que se excitaban sexual y psicológicamente, por lo que la función cerebral se activaba mucho más.
Lo que hicieron estos investigadores fue medir los niveles de la hormona Cortisol en la saliva de cuarenta y ocho mujeres, estudiantes de la misma universidad, con una edad de media de 21 años, después de que las hicieran oler una jarra que contenía androstenediona.
La hormona cortisol suele segregarla el cuerpo para mantener la excitación sexual, el sentido del bienestar, y responde al estrés y a otras funciones. El nivel de esta hormona de las mujeres que olfatearon la jarra se dispararon en tan solo un cuarto de hora y se mantuvieron así de altos durante más de una hora.
Todas ellas notaron como su humor mejoraba, al igual que su excitación sexual, pero además aumentó la presión de la sangre, el ritmo del corazón y de la respiración.
Los científicos solo contaron con mujeres heterosexuales, porque no sabían si las homosexuales pudieran responder de un modo diferente al componente de los hombres, por lo que todavía les queda investigar esta posible diferencia.
Así que no os volváis locos ahora dejando vuestro «aroma personal» a diestro y siniestro, debéis pensar que las investigaciones de estos científicos se hacen con concentraciones elevadas, muy superiores a las reales.
El olor es un factor erótico, pero no el único, también contribuyen los factores sociales y la personalidad de cada uno…
Yo sigo pensando, que por mucho olores, es la química entre dos personas la que potencia la atracción, y es que si no fuera así no existirían los sexólogos! El ser humano es mucho más complicado que todo esto ¿no creéis?
Eso sí, un buen olor corporal siempre contribuirá a que una mujer se fije más en uno, así que yo sigo apostando por mi fragancia diaria para seguir gustando por el aroma, antes que por mi «olor sobaquil».
Y vosotros ¿ qué opináis de esta investigación? ¿Llegará el día en que nuestro olor corporal sea mucho más importante para la atracción sexual que el aseo diario? Ya nos imagino como en la prehistoria a este paso…