En estos meses de Verano aumenta la demanda para la profesión de camarero, así que hay que aprovechar para que, cuando asistas por primera vez a tu empleo, sepas exactamente cómo comportarte.
El servicio de atención al cliente suele requerir de buenos modales, una presencia agradable y un comportamiento correcto, y si haces todo eso, posiblemente cuando se termine tu contrato eventual, tengas más posibilidades de que te renueven y seas un fijo en la plantilla, cosa que con la crisis que tenemos encima no es mala cosa.
Si vas a asistir a tu primer empleo como camarero este Verano, debes tener presente una correcta atención al cliente pero para ello debes cumplir una serie de reglas fundamentales o normas de cortesía y presencia como pueden ser:
El camarero debe mostrarse ante sus clientes limpio, bien vestido y correctamente arreglado, además de ser ordenado con todo lo que vaya a hacer. Las prisas, en este caso, son muy malas consejeras.
Debes controlar a parte de tu buena presencia que mesas y sillas estén perfectamente limpias, sin que los manteles presenten manchas o que haya migas por doquier.
Lo mismo sucede con los cubiertos, que, a parte de estar limpios deben presentarse en buen estado de conservación, esto muchas veces los camareros no pueden evitarlo, porque forma parte de las obligaciones del dueño del establecimiento, pero sí puedes buscar los que estén en mejor estado.
Cuando vayas a poner la mesa, debes tener a mano los correctos utensilios, que deben estar impecables en limpieza, cubiertos, vajillas, cristalería son muy importantes, así como el salero, pimentero, cenicero, etc.
El camarero, a parte de tener buena presencia, debe atender a los clientes con mucha cortesía y un trato agradable, para hacerles sentir a gusto, antes de tomar su pedido.
Esto último, es decir, los pedidos deberán ser tomados un tiempo prudencial después de que hayas entregado la carta a los clientes, y es correcto preguntar si ya saben lo que van a tomar antes de nada.
Tanto las bebidas como los platos debes servirlos a tiempo, y la bebida debe tener su punto justo de frescura, sobretodo si es vino. De eso hay un punto importante, la bebida la debes servir por la derecha y los platos por la izquierda, jamás cruces el brazo por delante de tu cliente y por supuesto, nunca se te ocurra dejar que un dedo tuyo toque parte de la comida o bebida.
Si por una casualidad no recuerdas el pedido del cliente lo correcto es preguntar antes de llevar a la mesa el pedido equivocado. Los camareros deben ser atentos con los clientes y atenderlos con entusiamo, pero sin llegar a ser pesado, una sonrisa siempre te ayudará a que los clientes sean más receptivos a tus sugerencias.
No des demasiados paseos para ver cómo llevan la comida, porque eso puede llegar a agobiarlos, lo justo y necesario, hay que dejarles su espacio para que disfruten del momento.
Y recuerda algo, la hostelería parece un negocio fácil, sobre todo, porque son muchos los estudiantes que han trabajado en algún momento de su vida en un bar o restaurante para lograr un dinero extra. Pero, a pesar de todo, no es todo oro lo que reluce y los buenos camareros se forman a base de practicar mucho y de buenas maneras.
Los idiomas son muy importantes dependiendo de la zona en la que vayas a trabajar, porque el día menos pensado puede llegar un cliente que sea inglés, francés o alemán y todo tu buen hacer se puede ir al trasto si no consigues entenderte con él.
No te quedes solo con tu papel de trabajador eventual, ve más allá. Procura conocer bien el menú, de este modo podrás sugerir a tus clientes los platos del día y hazte notar para que logres avanzar en esta profesión, y practica, practica y practica con la bandeja!! Esto último es consejo de ex camarero.