En la actualidad, las mujeres reclaman a sus parejas una mayor complicidad tanto emocionalmente, como en el reparto igualitario de las tareas y sobretodo a la hora de compartir los cuidados de sus hijos, y es que los padres actuales no son como los de hace pocos años.
La implicación de los padres en los cuidados de los hijos hasta hace poco era algo tabú, solo las mujeres se podían dedicar a tales menesteres, pero ha cambiado radicalmente y ahora los padres actuales cuidan de igual manera a sus hijos, y se ve como lo más natural del mundo, sin llegar a cuestionarlo en ningún momento.
Los padres actuales cuidan igualitariamente a sus hijos
Y es que, tradicionalmente, las mujeres, en su trato con los hijos, estaban siempre en un plano superior y el nivel de dependencia de estos con sus madres era mucho mayor que con los padres. Esto, en la actualidad, aunque hay cosas que han cambiado mucho, y los hombres se intentan implicar más en el cuidado de los hijos, unos con más acierto que otros porque hay que reconocer que a muchos todavía les cuesta relacionarse de igual manera que a las mujeres con los hijos porque suelen ser más competitivos y jerárquicos.
Los hombres, desde siempre, han sido educados para reprimir las emociones. Seguro que más de una vez, de pequeños, habéis oído eso de que «los hombres no lloran». Pero eso en este siglo no es válido, nada de que el macho alfa domina y la hembra y el resto de congéneres son sumisos, esto ya ha dejado de estar «de moda», por suerte.
De pronto, los hombres actuales se encuentran nadando a la deriva, intentando comprender el lugar que las mujeres les exigen, de pleno derecho. Ahora se encuentran en un mundo igualitario donde la autoridad de aquel padre de familia, ahora es compartida, porque en este siglo el respeto se gana y no se impone de ninguna manera.
Los padres actuales son igualitarios y ejercen de cuidadores de sus hijos, unos con gusto y otros por exigencias femeninas. Pero todo esto viene del tipo de familia en el que han sido educados. Es decir, que si un hombre se ha criado con un modelo de desigualdad, sin aplausos de su familia cuando hacía bien las cosas, con una madre que estaba al 100% por él pero con un padre autoritario que solo veía los domingos porque el resto de los días trabajaba y en sus ratos libres disfrutaba de «su momento», pues ahora siente que está pisando un terreno muy resbaladizo por el que no va a saber cómo moverse ni cómo actuar.
Los nuevos hombres no solo felicitan a las mujeres el día 1 de Mayo por ser mamás, sino que las saben valorar mucho más y saben que sus reivindicaciones son justas, sin embargo siguen «ayudando» con las tareas diarias sin llegar a asumir que también forman parte del «pack» y si pueden evaden ciertas obligaciones aludiendo a su torpeza masculina….
Y es que es normal, configurar una nueva identidad que hasta hace muy poco era un tabú, no es nada fácil, a no ser que salga de ti mismo. Hay que aprender a formar una paternidad que no sea un «patriarcado», deben reconstruirse en una sociedad que cada vez les exige una reconstrucción que evoluciona a zancadas, y todo esto debe suponer no solo un enorme esfuerzo psicológico sino también físico para cambiar muchas rutinas que se han ido imponiendo desde hace años.
Pero son muchos los hombres y cada vez más a los que no les supone tanto sacrificio cambiar sus roles, muchos se unen y reivindican unas estructuras más igualitarias, más limpias tanto en las relaciones personales como familiares. Existen muchas asociaciones que apuestan por un nuevo tipo de paternidad y de masculinidad como por ejemplo:
2. Ahige
3 . Men Care.
Y es que cada vez más hombres se involucran en la crianza de sus hijos y en el cuidado del hogar a pesar de las presiones que puedan encontrar en su entorno.