El piercing, esaperforación hecha en partes diferentes del cuerpo en las que se ponen aros u otro tipo de accesorios, está cada vez más de moda.
Cualquier persona se puede hacer un piercing, pero es muy importante conocer los riesgos a los que se puede exponer uno y la forma de prevenirlos para evitar que esta tendencia se pueda convertir en un auténtico problema de salud.
Normalmente, los principales problemas del piercing suele ser la edad de la persona, la falta de información sobre los riesgos y el uso de prácticas no profesionales, también puede aparecer alguna alergia o reacción por el material del pendiente que se ha colocado o infecciones por un cuidado bastante nefasto.
En la actualidad, la mayoría de las personas que se hacen un piercing suelen ser adolescentes, normalmente ganas las mujeres en este terreno, de entre 14 y 17 años, mientras que en los tatuajes ganan los varones, así que es conveniente que sepan que hacerse un piercing presenta alguna complicación hasta en un 10% de los casos, entre las que se encuentran infecciones, alergias, cicatrices, inflamación o hemorragias.
Problemas que pueden surgir al hacer un piercing
1. Infección o inflamación de la piel – Esto muchas veces suele ser por una falta de higiene o bien en la perforación o en los cuidados posteriores.
2. Alergia al níquel – Muchas pieles son sensibles al entrar en contacto con el níquel que suele estar presente en los pendientes o en el instrumental con el que se realiza un piercing. Si este es tu caso o si quieres evitar este problema, asegúrate de que todo esté libre de este metal.
3. Transmisión de enfermedades – Asegúrate de estar en manos de profesionales, que los hay y muy buenos, porque puedes contraer alguna enfermedad como la hepatitis B o C, o incluso el VIH.
4. Cicatrices – Hay pieles que tienen más tendencia que otras a cicatrizar hacia afuera, lo que se denominan cicatrices queloides, por lo tanto este tipo de personas no deberían hacerse piercings. Si te está sucediendo, que notas que la cicatriz comienza a ser un bulto, quítate el piercing y acude a tu médico.
5. Hemorragias – Hay ciertas zonas del cuerpo como pueden ser la lengua o el pene, tienen una mayor circulación sanguínea, por lo que puede presentar un sangrado mayor que otras partes.
No existe una parte del cuerpo más complicada que otra a la hora de hacer un piercing, pero sí se sabe que hay unas zonas que reaccionan de diferente modo. Te voy a dar unos ejemplos:
Piercing facial
1. Oreja – Esta es una de las zonas más tradicionales de perforar con un piercing y es la parte del cuerpo donde es menos agresivo. Pero cuidado, porque si la perforación se realiza en el cartílago, esto es mucho más arriesgado porque la mayoría de las veces tiende a infectarse, sobretodo si se hace con pistola.
2. Nariz – Esta es una zona que se puede infectar con facilidad porque la nariz está sometida a mucha humedad y puede crear algún problema en el cartílago.
3. Ceja – En esta zona solamente se recomienda la perforación lateral porque en el centro hay muchos vasos sanguíneos y nervios que pueden dañar el conducto lacrimal. Además, también se puede provocar una inflamación que el vello se caiga en la zona.
Piercing oral
Este es uno de los piercings más agresivos y delicados que existen, porque en la boca hay muchas bacterias que pueden crear infecciones en la mandíbula y por toda la boca, además alteraciones del gusto, sangrados, halitosis o incluso hipersalivación.
También se pueden crear problemas en los dientes porque si te haces un piercing en la lengua, puedes golpear los dientes y puedes fracturarlos y desgastar el esmalte. También puede afectar a las encías e incluso en el peor de los casos el piercing puede enterrarse y se debe intervenir quirúrgicamente.
Piercing corporal
El ombligo como el pezón son unas zonas muy complicadas. Suelen tardar en curar entre 6 y 8 semanas, y deberás extremar la higiene.
Piercing genital
Esta es una zona de mayor riesgo de infecciones, porque disminuye la sensibilidad y puede ocasionar hemorragias, como es el caso del pene. Tarda en cicatrizar entre 4 y 6 semanas. Es aconsejable utilizar preservativos en las relaciones sexuales, además los espermicidas y lubricantes pueden causar irritaciones.